miércoles, 7 de mayo de 2025

Premio LIJ de Anaya a Espido Freire

(Al filo de los días). Velada intensa y agradable la vivida ayer por la tarde/noche en la Casa del Lector, del Matadero, con ocasión de la entrega del XXII Premio LIJ de Anaya a la gran Espido Freire, una magnífica narradora entregada en los últimos años a una narrativa de uso docente no exenta de su habitual saber hacer, en el que se cuentan luminarias como aquella inicial Irlanda, todo un deslumbramiento.

El evento, que contó con una brillante escenificación de algunos fragmentos de la obra premiada, El diario de la peste, tuvo como escenario, en un doble o triple sentido, una a modo de cueva que, además de dar verosimilitud topográfica a alguna de las escenas representadas, también acogió una ceremonia que poco a poco se va convirtiendo en algo de otros tiempos.
Y, en mi caso particular, me sumergió en un verdadero clima propicio a la recuperación de experiencias pasadas gracias a algunos encuentros inesperados, diversas y divertidas evocaciones de viejas aventuras editoriales; y también por noticias tristísimas, como lo fue la de la muerte reciente de un viejo colega, Pablo Gamarra, escritor y gran experto en LIJ con el que compartí algunas intensas sesiones de trabajo en los tiempos del SOL, aquel Servicio de Orientación de Lectura que puso en pie la Fundación GSR y cuyas huellas, como pude comentar con Luis Fernández, director de la Casa del Lector, aún perduran en los intersticios de la entidad.





No hay comentarios: